Tras el fallecimiento la misma noche de su esposa y de su paciente, Víctor Sorando, Fidel Delgado, Jefe del Departamento de Psiquiatría del Hospital del Norte y creador de la terapia “El Proceso”, deberá enfrentarse a la denuncia presentada por los padres de Víctor y el bloqueo mental que ambos acontecimientos han provocado en él.
Mientras prepara su defensa junto a su abogado, Fidel iniciará con Julia, a través del Proceso, un viaje mental a su infancia en Retama, la pensión en la que creció, la relación con sus padres y hermanos, la enfermedad de Catalina y los motivos que le hicieron huir a Madrid, con veinte años y borrar sus recuerdos.
«…Avanzo lento, más lento de lo esperado, como si cuanto pretendiera revelar se resistiera a salir a la superficie. Julia lo sabe. Empieza a ser consciente de lo que le he contado y ocultado. Sospecha que hay algo más, por eso insiste en que vuelva allí, a Retama. Ese fue el trato: toda la verdad, sin mentiras, sin excusas, desde cerca. Caminando a mi lado. Y otra vez su voz alejándose, la cuenta atrás, el sueño profundo: “ya tienes tu caja, Fidel” le escucho susurrar. “Solo tienes que guardar los juguetes…"».